Nowhere. Mitad de Julio. Un viaje a un lugar extraño fuera de la vida diaria.
Llegar allí es extraño. Esta clase de eventos están relacionados con Nueva York y el tiempo que pasé allí. Atravesar los pueblos de la España, viendo esas familiares casitas y gente de pueblo. Como un Don Quijote extraño, viviendo en una realidad diferente llena de imaginación, creada por la necesidad de ser otra persona. Un patético intento de rechazarse así mismo en un plano profundamente enraizado en las escondidas cavernas del inconsciente.
R viene conmigo. Es agradable tener a otro caballero para galopar juntos por las áridas tierras del centro de España. Alivia este sentido de extrañeza que normalmente impregna los viaje que hago a este tipo de sitios.
Como siempre, no estamos seguros de si vamos a llegar hasta que llegamos. No está muy claro si el tío del taxi que nos prometió llevarnos va a hacerlo en realidad o no. Al final llega en un 4x4 que le ha pedido a un amigo. Y llegamos al lugar en medio del desierto de los monegros, lleno de fina arena pegajosa.
La primera noche en nuestro barrio, paseando y bailando aquí y allí. Y poner la tienda...hey, se nos da mejor de lo que pensábamos.
Todo esta gente , andando vestido de diferentes formas, o sin ropa, sin que nadie juzgue a nadie. A nadie le importa. Haz lo que quieras. Un sorprendente sentimiento de libertad. Paseando por aquí y por allí. Bailando aquí y allí.
Me voy a dormir y, en algún momento de la noche, me levanto para ver salir el sol, antes de que haga tanto calor que lo único que se pueda hacer es tumbarse bajo la tienda o ir al medio de Nowhere.
Otro día, otra noche. Gente, cosas, ligares, calor, agua tibia para calmar la se, arte, creación y más libertad.
Y llega el domingo. Tan corto. La vida hizo que no pudiera llegar antes, como quería. Solo este pequeño trozo de un lugar distingo. Probablemente, todos nosotros juntos somos tantos como un barrio del burningman. Sin embargo, sigue teniendo su encanto.
Y uno de estos años, iré al burningman. Es una cuestión de tiempo ¡¡¡Ya veréis!!!
Me meto en el taxi, con la otra gente, y cuando estoy a punto de subir al tren me doy cuenta...¡¡¡ME HE OLVIDADO EL BOLSO!!!.El bolso de las cosas importantes: el pasaporte, el móvil, el dinero. Las tarjetas...todo. Probablemente no quería volver a la vida real. Así que llegó allí con los otros, cubierta de polvo. R me compra el billete a casa. Y sigo intentando hablar con los que quedaron en la tierra de Nowhere.
Y finalmente, después de unos días, dos canadienses volviendo de Zaragoza a Alemania pararon en Barcelona para mandarme la bolsa a Madrid.
Tenía dudas sobre mi nombre de playa. Todo nombre necesita una historia detrás. Tengo una. Así que Caos va a ser. Definitivamente. :D
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