Samhein

Samhein llegó. Y aún no he celebrado mi ritual No he tenido tiempo.
Pero no importa. De alguna manera, he recordado a los que se han ido. Amigas que cruzaro el velo. Gente que se marchó
Rosario, la amiga de mi madre que solía coser como un ángel. Pensé en ella cuando estaba haciendo mi disfraz con mi madre. Teresa, mi amiga que me hizo aquel vestido tan bonito para esa obra de teatro. Que murió de cancer hace algunos años.
Y Laura, mi amiga que nos dejó este año. Pienso en ella cada vez que me maquillo. Cada vez. En Agosto, unos meses después de que hubiera fallecido, tuve un sueño.Estaba con mi madre, y con Laura y su hija, viendo una serie de TV con Richard Chamberlain. Se me había olvidado cuánto le gustaba.Así que estábamos ahí, en su sofá viendo la tele, y ella estaba sonriendo porque le gustaba. Y entones, me di la vuelta y le dije a mi madre: " Pero esto es mentira. Laura está muerta. Esto no es real. Está muerta", y me desperté llorando.Era una de las persona más cariñosas y buenas que jamás conoceré en toda mi vida. Trabajó tanto durante toda su vida. Siempre la llevo conmigo.
La muerte te hace parar. Te hace pensar sobre lo que es real y lo que no. Sobre lo que es importante y lo que no.
Alguien dijo que, cuando alguien muere, no solo pierdes a la persona que fallece, sino también a parte de ti. Pierdes lo que eras para esa persona. Dejas de ser una madre, un primo, un amante, un amigo...Y esa parte de ti se entierra con la persona a la que querías.
Hay cosas en la vida con las que nadie te enseña a enfrentare. Y por más que lo intento, tampoco consigo aprender